lunes, 16 de mayo de 2016

STARTERS

Lissa Price es relativamente nueva en el mundo literario, en 2012 salto a la fama por su obra máxima hasta ese momento, que después del gran auge de las distopías y siguiendo la misma métrica apuesta todo en su novela titulada “Starters”.
  
   La historia se desarrolla en Estados Unidos, no se menciona mucho acerca de ello, sólo se sabe que hubo un conflicto bélico al cual denominaron la guerra de las esporas, en el cual los jóvenes de 18 hacia abajo fueron vacunados para resistir las esporas así como las personas de 60 años en adelante, sin embargo los adultos entre los 20 a 59 lamentablemente fallecieron a causa de las esporas.   

   Así se vivió un nuevo reordenamiento social, en el cual los adultos mayores controlan la sociedad mientras que los jóvenes se ven obligados a sobrevivir en las peores circunstancias. Es ahí cuando Callie nuestra protagonista se ve obligada a abandonar su hogar junto con su hermano que sufre una enfermedad en los pulmones, junto con ellos también se encuentra su mejor Michael. Todos ellos escapan de sus antiguas casa ya que si son atrapados son llevados a una cárcel especial donde son tratados de la peor manera posible es así que todos los niños y adolescente tienen que vivir escondidos todo el tiempo y descansar poco debido a los constantes patrullajes que se hacen para encontrarlos.

   Con toda situación tan precaria que viven y sufren todos los días se abre una nueva esperanza para salir de ello, Callie decide ir a un lugar llamado “Destinos Plenitud”, en el cual a ella se le ofrece una fuerte suma de dinero con el fin de que preste su cuerpo para que los “Ender” (así son llamados a los ancianos) y este a través de un enlace neuronal a través de un chip pueda tomar posesión del cuerpo para que pueda realizar actividades que ya no puede con su actual cuerpo, tal como salir a practicar algún deporte o divertirse solamente. Obviamente los ancianos tienen restricciones no pueden tener relaciones sexuales con los cuerpos de los chicos ni tampoco dañarlos físicamente, ellos tienen que regresar con el cuerpo rentado intacto.
   
Callie aunque en el principio no está del todo convencida y es detenida a su vez por su amigo Michael convenciéndola que no lo haga, ella decide poner fin a su crisis económica, para poder comprarle medicinas a su hermano y darle una mejor calidad de vida, así renta su cuerpo en destinos plenitud, al principio todo marcha bien su primer enlace neuronal es todo un éxito, sin embargo en la segunda ocasión que renta su cuerpo a la mitad del enlace despierta, desorientada y sin saber dónde está ella intenta saber qué es lo que paso y quien es el que ocasiono que el enlace se rompiera, porque ella escucha voces en su mente y porque esta trata de comunicarse con ella, es aquí cuando Callie emprenderá un largo y confuso camino para descubrir las verdaderas intenciones de destino plenitud y lo que intentan hacer con cada uno de los chicos que rentan sus cuerpos.

   
   Este libro es bastante dinámico, la historia resulta entretenida de principio a fin, si bien llega a ser un tanto confuso en algunas cosas de la historia todo va tomando forma entre más se avanza en ella. La autora tuvo facilidad para tener al lector expectante, da giros inesperados y cuando sientes que ya va a terminar vuelve a dar otro giro, nunca imaginas el final, es por eso que te mantiene en suspenso y quieres saber que va a pasar con Callie y compañía. Quizá falto en definir un poco más a los personajes, por otro lado el ritmo de la lectura es rápido y muy ligera, en cuanto lo abres no te detendrás hasta terminarlo es un libro que da una mirada diferente a las distopias que últimamente están de moda, sin embargo esta no decepciona en absoluto. 

Escrito por. Gerardo Antonio

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