lunes, 18 de abril de 2016

Deadpool, un rival fuerte de la cabeza a… las nalgas


La mirada de los amantes de los comics se centró de nuevo en el cine, con una cinta que además de traer una categoría B15 entre manos, demostró que los héroes (y no tan héroes) pueden volver a dar de qué hablar.
Deadpool se estrenó en México, entre chistes bien logrados y humor negro. Una historia que nos habla del nacimiento de uno de los mercenarios y antihéroes más importantes del Universo Marvel. 
Película donde Wade Winston, después de un largo romance, descubre que tiene cáncer y toma una decisión que lo lleva a transformarse en un mutante, pero al mismo tiempo convertirse en una imagen poco agradable a la vista, lo cual lo llevará a buscar al responsable y exigir el arreglo de la situación.
Bizarramente creativa. Deadpool, se convierte en una experiencia totalmente completa. Enmarcada en obscenidades y comedia elocuente, nos muestra la manera en que se puede desenmarañar el mundo del comic y llevarlo al cine con absoluta delicadeza.
El rompimiento de la cuarta pared dentro del rompimiento de otra cuarta pared provoca una sensación en el espectador donde no sólo queda atónito, sino se convierte en un actor más.
Justo cuando el cine de súper héroes parece más perdido que nada, Deadpool llega a poner fin a las salas vacías, reanimar cintas y a plasmar el pensamiento de cada espectador en la pantalla.
Un guion que no parece estructurado para salvar al mundo y terminar con un final feliz, pero logra conseguir justamente eso: chiste audaz, salvar al mundo, chiste obsceno, salvar al mundo otra vez, chiste cruel, salvar al mundo nuevamente, chiste realmente ofensivo, salvar al mundo y vivir felices por siempre… o no.
Deadpool rompe ciertos paradigmas, primero: destruye la imagen heroica de los buenos y la transforma en una imagen humana. Después, genera un entusiasmo por ser el bueno, malo y gracioso al mismo tiempo; y además, crea un espacio donde los antihéroes tienen sentimientos y buen sexo.
Y por último, deja de lado al buen samaritano que salva a los buenos hombres, demostrando que en el mundo de los héroes también existe interés propio. Todo esto de la mano de un mercenario que por primera vez tiene un trabajo para sí mismo.

Deadpool rompe tanto la cuarta pared que se convierte en el poderoso hombre a vencer, no sólo dentro de una pantalla, sino, también, fuera de ella.

Por: Manuel Monroy 

“Intenté ser simpático… resultó ser a lo que me dedico”. -Mario Filio

Mario Filio, ha dedicado desde 1984 su vida a la locución y actuación de doblaje. La creatividad de su infancia no se vio mermada por la falta de recursos, al tener una familia de artistas, enfrentando cada reto a lo largo de su carrera.



Digamos: como niño ¿cómo eras?, ¿cómo te describían tus padres?
“No fue fácil porque éramos diez y yo era el sexto, es una posición interesante y estratégica, no llamas mucho la atención y pasas fácilmente desapercibido.
“Fui un niño que hizo todo lo que te puedas imaginar: yo jugué al trompo, canicas, yoyo, futbol, béisbol, voleibol, tenis, resorteras, tuvimos perros, avalanchas, bicicletas, pero no porque fuéramos una familia, que tuviéramos esas facilidades, porque éramos niños que vivíamos en la calle y veíamos cómo nos las ingeniábamos.
“Tuve algunos traumas: toda mi vida fui un niño muy pasado de peso, fui un chavito que batalló mucho con eso; entonces creo que yo buscaba ser simpático como para compensar algunas cosas y resultó ser a lo que me hoy me dedico”.

¿En qué momento de la infancia te viste reflejado en algo relacionado a lo que actualmente haces?
“Cuando cumplí nueve años uno de mis hermanos llevó una guitarra, porque empezó a tomar clases; yo tenía seis años e iba y la agarraba en el sillón cuando me tocaba, ¡imagínate!, una guitarra para diez. Yo le tocaba las cuerdas y ahí empezaba a desarrollar mi oído, me gustaba tocar la cuerda y recargar el oído en la caja de madera ¿lo han hecho? Cuando una guitarra suena la onda se mantiene y eso es como un ejercicio auditivo.
“Cuando cumplí nueve años mi papá me llevó a la televisión, para la grabación de un programa como regalo de cumpleaños, pues yo no fui a la escuela ese día y estaban grabando varios programas; en uno de ellos dijo; ‘mi hijo que cumple años’ ‘¡oye pues que pase!’, pase, me dieron una guitarra y canté La Bamba, a mis nueve años, ese programa se llamaba La Hora de los Locutores.
“Yo tengo desde 1984 haciendo locución. Mis hermanos mayores tenían amigos que estudiaban Ciencias de la Comunicación y entonces yo, con doce o trece años, les preguntaba: ‘¿oye y que se estudia ahí?’, me decían ‘ah bueno pues aprendemos desde hacer cosas impresas, como serigrafía, fotografía, radio, televisión, cine’ y les contestaba ‘¡eh yo quiero eso!’; así que desde la secundaria hasta que pasé por Bachilleres, me moría de ganas por entrar a la Universidad, se me hizo eterno el tiempo.”


La dinastía Filio


Sé que vienes de una familia que se dedica al medio, estaba yo leyendo más o menos que tu papá era imitador.
“Mi padre se dedicaba a la imitación de voces, era su especialidad: él era actor, fue un comediante de radio en la época de los cuarenta y de las caravanas artísticas que se movían por toda la república, entonces él empieza a hacer caracterizaciones, programas de comedia, voces, canto, era un cuate muy ccompleto. Mi papá cantaba, actuaba, imitaba hacia conducción de eventos, hacia stand up, teatro, cine, radio y un poquito de doblaje entonces fue así como yo empecé.”

¿Personalmente cómo veías a tu padre? Digamos: ¿cuál era la imagen del profesionista que se dedica al doblaje, como padre?
“Mi papá estaba mucho con nosotros, entonces era muy buen amigo, era un cuate muy cercano, era un hombre muy cálido. Hay una cosa que recuerdo de muy chavito, tocarle las manos y siempre sentía una temperatura así calientita, y muy fuertes, a pesar de que era un hombre bajito, entonces eso a un niño le produce mucha seguridad; y luego que te lleve a la radio un día, o te lleve un foro de cine otro, y así íbamos que un festival con público en vivo, en teatro o a una sala de grabación, entonces fue una influencia que determino la chamba de muchos de nosotros.”
Acabas de mencionar un punto que me parece importante: la familia, ¿cómo divides los tiempos? Veo que estás todo el tiempo grabando y te solicitan mucho, ¿cómo te divides para pasar tiempo?
“Ah pues es fácil, porque mi esposa trabaja aquí, estamos mucho tiempo juntos la verdad. Eso se lo tengo que agradecer a ella, si a mí me preguntaras, yo estaría grabando día y noche, viajando y dando conferencias todo el tiempo, pero ella es una mujer inteligente y sabe hacer lo necesario para apoyarte y mantenerte con los pies en el piso.
“Es la juez más fuerte, es la más ruda y es aquella que te mantiene cerca de la familia; que sabe que es importante que salgas a trabajar un fin de semana a una convención y que traigas para pagar los gastos, pero también es importante que estés para el cumpleaños de los seres queridos y que te quedes o que vayas pero regreses pronto, ella ha sido un manager excelente.”

Dado que todos tus hermanos se dedican a la parte del medio, ¿ha llegado a existir alguna rencilla?
“¡Sí! Siempre y aparte somos diez, entonces hay de todo, haz de cuenta que hay algunos que se dedican a la actuación, las artes como la música, canto y la comedia, otros que se dedican a la psicología, al diseño, al sonido, a otras cosas y entonces si de repente es muy distinta nuestra actividad.
“Te lo pongo así de fácil, muy probablemente el psicólogo no se le hace justo que el comediante gane en una noche lo que él se puede ganar en un mes y no causa una pelea entre ellos o entre nosotros, pero sí hace que la jugada no sea pareja y yo le doy la razón, porque los que podemos hacer este trabajo y que además nos pagan, es muy lindo, tenemos que estar agradecidos con Dios.”

Han tenido como familia momentos difíciles supongo.
“¡Muy fuertes! ¡Muy graves!, yo pienso que mis padres se desgastaron por atender a diez y se olvidaron de ellos; por lo tanto ni siquiera se murieron viejos que es lo peor, fueron horrorosas las enfermedades, vivieron cosas muy dramáticas, muy tristes, muy serias, que tú dices: ‘¡uy! No, yo me voy a cuidar o quisiera no pasarlas tan mal’ y entonces la familia se lastima mucho cuando alguien se enferma.
“A veces no nos vemos mucho y yo extraño mucho a mi hermanos, pero de repente se organizan cosas padres, un día les dije: ‘voy a ir a ver a la abuela a Mérida, pues cumple ochenta y cuatro’, yo me iba solito y se me sumó uno, luego dos, tres, cuatro,  cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, y nos fuimos a Mérida, conviviendo como solteros, puros hermanos, y dos de mis hermanas.”



La vida tras un micrófono


Como bien lo mencionaste tú empezaste en la comedia, ¿qué tan diferente es la comedia, hacer locución o hacer doblaje? ¿Varía mucho?
“Son diferentes ramas de la actuación, eres actor, estás interpretando un papel y estás entreteniendo al público y estás cubriendo con un objetivo de entretenimiento. Yo empecé a probar que yo podía hacer voces, para hacer mejor mis chistes y a la vez estaba parado enfrente de un micrófono y preocupado por el timing, la velocidad para entretener al público y ver las reacciones, ¡no mi amigo! Pues estaba yo en una escuela intensiva.
 “Primero mi padre nos enseñó todos sus conocimientos y fue uno de los hombres pioneros de la televisión, de las grandes voces y comediantes de la radio, después toda la familia artística de lado de mi madre, se dedicó toda al teatro desde principios del siglo pasado o finales del anterior, la familia Herrera en Mérida conservan la tradición del teatro regional.”

¿Recuerdas tu primer trabajo en doblaje?
“Yo llegué al doblaje en una época en la que hubo una huelga de actores y entonces empezaron a darnos cursos, yo tomé un taller en Televisa entre el 85 y 86; se estaba haciendo una serie que era Los Caza Fantasmas (Gost Busters), después hice probablemente un papelito muy pequeño de uno de los fantasmas malvados, seguramente ese fue mi primer papel.
Hice el taller y el curso completo, estuve con el señor, con el maestro, gran actor y director Eduardo Tejedo, con Gloria Rocha y Narciso Busquets, entre otros, de los que nos prepararon en ese entonces y desaparecí del doblaje, fue principios de los noventa cuando hice Plaza Sésamo y empecé con una serie que se llamaba Big Bag para el Cartoon Network.”

¿Qué es lo que más te cuesta a la hora de interpretar a uno de tus personajes?
“Que tenga credibilidad, que no se oiga falso. Hasta un personaje caracterizado es una voz de un personaje que por lo regular no habla, porque un lémur no habla, porque un perro como Goofy no habla o un babuino como Jaimico no habla. Que sea creíble.”

En cuanto a doblaje y locución, ¿en cuál te sientes más cómodo?
“No sé, yo soy muy feliz haciendo locución, creo que conozco muy bien esa especialidad, creo que soy de verdad en eso sí ¡híjole! Nunca me hecho flores, ni me jacto de muchas cosas, porque creo que hay que tener la humildad de aprender todos los días.
“El doblaje me cuesta sí ¡batallo!, me pone más nervioso hacer un personaje de doblaje que una campaña importantísima para la presidencia de la república o una cuenta comercial muy grande, además, yo estudié Ciencias de la Comunicación y me especialicé en Publicidad, entonces conozco muy bien lo que hay detrás del telón, sé muy bien lo que quieren los publicistas o lo que pueden querer, y sé muy bien por dónde se les va la onda o cojean, de dónde puedes ayudarlos tú.”

¿Cuál sería el personaje más complicado, caricatura o…?
“¡No! ¡Acción viva¡ Me cuestan trabajo los personajes reales, yo creo que por eso a Will Smith no lo seguí haciendo, ¿sabes por qué? Viene con la pregunta que me hacías hace un rato, si mi actuación no es natural y no es creíble, eso es en lo que verdad nos preocupamos y creo que yo no le di credibilidad a Will Smith.”

¿Para ti sentimentalmente qué podría tener más peso la locución comercial o el doblaje?
“No, obvio el doblaje es trascendencia, fíjate es así de fácil: los seres humanos somos tan elementales que necesitamos dos cosas para vivir: comida y reconocimiento, la publicidad me da comida y el doblaje me da reconocimiento.”



El otro Mario


Yo creo que todos tenemos así como un altibajo, ¿llegó un momento en que Mario Filio dijo: “esto no es para mí o no quiero eso”?
“No, he estado convencido de que esto es lo que quiero hacer, sí me di cuenta que de repente me deprimí porque me dejaron de llamar, la razón fue que  saturé el mercado, grababa, como no tienes idea, yo empezaba a las ocho de la mañana y acababa muerto a las 12 de la noche, todos los días estaba muy cañón.”
Personalmente ¿cuáles han sido los momentos difíciles?
“Creo que aprendí algo por la posición que tuve en la familia: ser sándwich te da herramientas para salir adelante. Me pegó muy fuerte la muerte de mis padres, me pego muy fuerte un problema en el trabajo, con una persona que trabajó con nosotros y me pegó muy fuerte pues de repente que estaba rodeado de gente que no era de mi confianza, pero me cuesta trabajo pensar en estas cosas.
“Por esta razón, cuando era joven, yo siempre vi en casa que las cosas siempre van a estar mejor y entonces siempre fui muy poco pesimista, de hecho casi nada pesimista, tuve que ser un tipo muy optimista, creo que está muy difícil que me pegue una depresión; entendí una frase los problemas te sirven para crecer, una psicóloga me dijo: ‘si algo está enfrente de ti y es un obstáculo, no te deja ver hacia delante, pero si este obstáculo lo escalas lo subes, te paras arriba de él, tienes una visión mucho más grande y de donde estabas antes que estabas abajo ahora estás en un piso más arriba, entonces los obstáculos, los problemas, son escalones que te ayudan a subir un poco más en la vida’.
“Entonces, por más difíciles que hayan sido las cosas, si las ves como escalones, un escalón no es fácil subirlo porque tienes que levantar la pierna ¿no? Luego dos y luego ¿qué tal si tienes que subir diez escalones?, pero cuando te paras hasta arriba y dices: ‘güey no me subieron, yo subí…”.

Cambiando de tema, debe haber momentos muy importantes ¿algunos que recuerdes?
“Recuerdo uno muy interesante cuando fui a hacer mi examen para la licencia de locutor y te exhibían los resultados en la puerta, las listas de quiénes habían pasado y quiénes no, yo iba nerviosísimo, ya era mi novia la que es ahora mi esposa y ella me decía: ‘pasaste, yo sé que pasaste’, para que te des una idea de por qué había tanto nerviosismo, es que de cada cien pasaban dos o tres, o sea no pasaba nadie ese examen ¡NADIE-LO-PASABA!, y cuando veo mi nombre en la lista… creo que ha sido uno de los momentos más felices de mi vida.
“Hay unos muy buenos claro, cuando yo me casé fue padrísimo, la primera vez que oí mi voz en una película en un cine ¡no me la acababa! ¡No sabes qué alegría!, hay muchos momentos alegres en esta carrera.”

¿Con qué sueña Mario Filio en este momento? ¿Qué te falta?
“No fíjate que nunca he visto hacia adelante, siempre me ha preocupado más el presente…eso sí es una cuestión constante, en mi mente sueño con mantenerme actualizado, es muy triste ver que la gente se queda en el pasado, entonces más te vale no aferrarte a nada y tener la apertura para que las cosas pasen enfrente de ti y tú seas un ser abierto esa es una razón.
“Cuando a mí me habla un estudiante de la universidad, cuando a mí me invitan a una plática voy sin pensarlo ¿sabes por qué?, porque el que no se acerca a los jóvenes, a las generaciones que vienen, envejece, se hace obsoleto, se hace antiguo y se hace rígido.
“Entonces si a mí me dicen hay que ir a hablar con los chavos en una escuela, ‘¡oye hay que recibir unos muchachos para una entrevista!’ ‘¡Oye hay que dar una plática no sé dónde!’, ‘¡oye una persona que quiere enseñarte su demo y quiere saber qué opinas!’, ‘¡oye un cuate te quiere mandar su video para ver qué le recomiendas!’, mi sueño es mantenerme así por muchos años, actualizado al día.”

Yo creo que hay un antes y un después de tu carrera por la voz del Rey Julien en Madagascar, hoy día ya te reconocen precisamente por él.
“Ah sí ha sido un parte aguas ese cuate, el rey Julien es el personaje que más se parece a mí en la vida real ¿quieres preguntarte como soy? Yo creo que me hicieron un zapato a la medida, mira que es difícil porque los actores de doblaje lo que hacemos es copiar o trabajar con algo que alguien ya consiguió.
 Yo creo que muy probablemente el diseño del personaje es muy interesante, porque es eso que muchos quisiéramos ser y no nos atrevemos a decir, casi todos tenemos deseos de que nos alaben y ganas de engañar a los demás para que hagan lo que queremos: creatividad de niño y además de inteligencia, es campechano y tiene una ligereza ¿de verdad hay un problema serio?, muy probablemente sea que ese problema serio sea que no tenga batería su grabadora para mover su bote o muy probablemente algo serio así serio, que no tenga a Mort para humillarlo y patearlo, pero de preferencia el cuate se la lleva bien ligera.”

Hablando de eso, últimamente el doblaje es muy poco valorado, aunque hay muchos buenos actores de doblaje, prefieren ver la versión original, en el idioma inglés ¿Cómo ves el futuro del doblaje?
“Hay gente que sin doblaje no entiende las películas, digamos que el doblaje se hizo con la idea de ayudar a aquellos que no leen y no entienden otro idioma; ¿un niño? Siempre habrá niños, ¿un viejito? Siempre habrá viejitos, gente que no sabe leer o que no entiende otro lenguaje, entonces siempre va haber mercado para el doblaje, no pasa nada, habrá niños, habrá viejitos, habrá gente que no sepa leer, siempre.”

¿Qué público prefieres? He escuchado que hablas mucho de los niños, que son los que acceden más a las caricaturas, pero en esa faceta ¿cuál es el público que prefieres que escuche tu trabajo?
“Lo que pasa es que me han llamado para hacer muchos productos para niños y deben tener una razón muy buena, probablemente es que soy y sigo siendo un niño, pienso como ellos pero son muy exigentes, por eso los prefiero, porque a ellos no los engañas, a un niño no le doras la píldora tan fácilmente, entonces hay un compromiso, yo prefiero a los niños, me encanta trabajar para ellos y además sabes que no tienen prejuicios para expresar lo que sienten, los jóvenes son muy transparentes.”

¿Qué es lo más importante para alguien que quiere dedicarse a esto?
“Fíjate que de repente aquí chocamos con algunas ideas, tú puedes aprender técnica yo creo que es que tenga talento la gente; hay quien se prepara, pero no tiene talento ¡sorry!, mira es bien fácil, de los talleres que damos acá, yo creo que uno de cada diez tiene perseverancia, muchos tienen talento, entonces yo creo que son las dos cosas que deben tener, talento y perseverancia, pero si no tienes perseverancia y no sabes manejar tus relaciones públicas, entonces tu talento quedó opacado por tu personalidad, que no te ayuda, entonces uno de cada diez, persevera y termina trabajando en esto.”

Si llegara por esa puerta el niño Mario Filio, ¿qué crees que pensaría de lo que has hecho?
“No se imaginaba que iba a ser tan divertido, el cuate se sorprendería muchísimo, yo creo que ese cuate se iría para atrás, mira, fíjate, yo te voy a decir una cosa, a mí me hubiera gustado tener un hijo pero yo nunca soñé con tener un hijo; sin embargo yo sí soñé con estar en la televisión, con oírme en una película, con dar la voz a un muñequito, con tener una sala de grabación, con hablar enfrente de los micrófonos yo si soñé y soy un tipo muy afortunado.
 Una vez pensé cuando éramos jóvenes mi esposa y yo, no podíamos concebir familia nos decíamos: ‘fíjate cómo la gente es tonta, a veces se preocupa por lo que no tiene y disfruta poco lo que sí tiene’, nos la pasamos soñando con lo que no tenemos y la verdad de las cosas es que no tenemos una familia con hijos y eso pero nos tenemos, 31 años juntos tú dirás si funcionó o no.

“Entonces ese cuate, si entrará por esa puerta, el Mayito, con su shorcito y su pelo de bolitas, yo le dijera: ‘¿oye te acuerdas de cuando te daba miedo en la noche por la oscuridad y le decías a tu hermano Gabriel, piensa en Pedro pica piedra, piensa en Pedro pica piedra, piensa en Don gato y su pandilla?’, era nuestro refugio ante el miedo ante la oscuridad, ‘¿qué crees amigo?’ a eso me dedico, ¡Uy! yo creo que sí se emocionaría.”



Por: Manuel Monroy y Antonio Coria